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Micro carros eléctricos y su impacto en la ciudad contemporánea

Por: Dr. Fernando Abruña, FAIA Arquitecto

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Hará unos 13 años mi exestudiante y hoy arquitecto, José Silvestre, me invitó muy entusiastamente para acompañarlo a la exhibición de autos antiguos que tradicionalmente se lleva a cabo en las inmediaciones del Estadio Hiram Bithorn en Hato Rey. Acepté la invitación sin muchas expectativas, pues los automóviles nunca habían despertado en mí una pasión como la que José claramente demostraba. Al llegar a la exhibición me encontré con él en el lugar acordado y juntos comenzamos una excursión a través de la historia automotriz, haciendo hincapié en los modelos americanos de las décadas del 50 y 60 que resultan ser sus favoritos.

A mitad de nuestra travesía y de repente, me encontré de frente un micro carro de los 60’s, el modelo Isetta de la Compañía BMW. De inmediato tuve un “flashback” a mis años de infancia…tendría tal vez unos siete años cuando atrapado en un tapón y en la guagua escolar vi este pequeño carrito que pudo maniobrar entre los vehículos atrapados en aquel nudo vehicular y salir del mismo en corto tiempo. La guagua estuvo atrapada por más de una hora. Ese recuerdo de juventud me impulsó, ahora como adulto, a informarme sobre este tipo de vehículos.

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En resumen, terminé adquiriendo un Isetta del año 1958 a través de una subasta en Ebay y desde entonces vengo estudiando y coleccionando este tipo de vehículos. Su impacto en la ciudad de aquellos años luego de la Segunda Guerra Mundial fue interesante. Europa se encontraba en ruinas, tanto física como económicamente. Para sobrevivir, la industria automotriz tuvo que tomar acciones radicales que se tradujeron en pequeños vehículos para moverse por la ciudad a un costo muy bajo. Autos livianos, típicamente de 2 pasajeros, (algunos de cuatro) que no excedían de 10 pies de largo dotados con motores de gasolina con desplazamientos típicos de 300 centímetros cúbicos y ¡eficiencias de entre 50 y 60 millas por galón! Eficiencias que, con raras excepciones, no superan los autos contemporáneos en el mercado.

Son casi inexistentes en las carreteras norteamericanas, pero relativamente comunes en muchas ciudades y capitales europeas y asiáticas. Los modelos contemporáneos que cualifican como mini autos y que comenzamos a ver en Puerto Rico incluyen los resucitados MiniCooper y el Fiat 500, y los micro carros Smart y Scion IQ. Todos ellos son impulsados por motores de combustión con eficiencias sustanciales. Ya se discuten versiones eléctricas de todos ellos.

Actualmente y por los pasados siete años me he involucrado en el diseño y desarrollo de un micro carro eléctrico/solar. Campus Rider fue el nombre con que bautizamos el primer prototipo desarrollado. Es un vehículo para una o dos personas pasajeras, con un espacio para carga. Existe una opción no motorizada para personas trotadoras (“joggers”) que interesen ejercitarse y a la vez protegerse del impacto de otros vehículos (como recientemente está ocurriendo en la isla), del sol y la lluvia. Está diseñado para un mercado vertical y para su uso en carreteras privadas, urbanizaciones cerradas, campus universitarios, mensajería y usos afines. Cuenta con paneles fotovoltaicos que luego de dos días de exposición al sol le permiten recorrer 20 millas de distancia. Presumiblemente, para el uso propuesto, podrá operar estrictamente con la energía solar sin necesidad de enchufarlo para recargar sus baterías.

El prototipo más reciente es URBAN-e. Se propone para transitar en carreteras citadinas rotuladas hasta 35 millas por hora, cumpliendo con la reglamentación vigente del Departamento Federal de Transportación. Se clasifica como un vehículo de baja velocidad para centros de ciudad. No es su intención transitar por expresos ni hacer travesías largas como por ejemplo de San Juan a Ponce. Se podría pensar que la velocidad reglamentada de 25 MPH, como máxima, para estos vehículos es una limitación. Se ha demostrado lo contrario a través de estadísticas que miden las velocidades en los centros de ciudad. En el centro urbano de Londres, la velocidad promedio es de 11.8 MPH y en Berlín de 15 MPH. Estas velocidades son comunes en muchas otras ciudades a través del mundo.

Las ventajas que ofrece este tipo de vehículo son numerosas, algunas de ellas ilustradas en este artículo y que incluyen, entre otras, las siguientes:

  1. Es aproximadamente un 60% más económico en costo de venta que un sedán de gasolina convencional.

  2. No consume gasolina.

  3. No emite monóxido ni dióxido de carbono.

  4. Puede utilizarse en espacios interiores cerrados.

  5. Pueden acomodarse tres de ellos en un espacio de estacionamiento convencional.

  6. El costo por milla recorrida es mucho menor que el de un auto de gasolina.

  7. Ocupa menos espacio en la ciudad.

  8. Hace la salida del pasajero más segura al estacionarse perpendicularmente a la acera.

  9. Permite la substitución de uno de los dos SUV’s que actualmente caracterizan a la familia típica de clase media en Puerto Rico y Estados Unidos

  10. Siendo eléctrico, queda exento del pago de contribuciones en el Departamento de Hacienda

  11. Al ser un vehículo de baja velocidad, se reducen substancialmente los riesgos que supone un accidente de tránsito en el centro de la ciudad.

 

Con el estudiantado del Taller de Diseño Sostenible de la Escuela de Arquitectura de la UPR, investigamos e identificamos las carreteras rotuladas en 35 MPH o menos en el área metropolitana de San Juan. Haciendo cambios de rotulación en unas pocas carreteras pudimos desarrollar una red para este tipo de vehículos que bautizamos como la Red Sostenible de Transportación. A la vez, nos percatamos de que estos micro carros podrían alimentar las estaciones del tren urbano y hacerlas multimodales como inicialmente se concibieron. Esto permitirá que un usuario del tren pueda, una vez llegado a su destino, alquilar por una cantidad nominal un micro carro y acceder al centro de la ciudad, hacer sus gestiones y luego regresar a la parada más cercana del tren y abordarlo para su regreso.

Les mantendré informados del progreso de este interesante proyecto.

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