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La Ecoindustria: Un nuevo capítulo en la historia de antiguas refinerías y petroquímicas en el sur

Por: Arquitecta María M. Rivera Grau

AIT CAAPPR, Assoc. AIA

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Una nueva visión define el futuro de la zona industrial costera culturalmente conocida como “CORCO”, debido a su pasado industrial petroquímico en los municipios de Guayanilla y Peñuelas. Se trata de un nuevo plan ofrecido por la organización sin fines de lucro Desarrollo Integral del Sur (DISUR). Sus objetivos principales para la zona son mejorar la calidad de vida en el área, mediante la evaluación del estado actual de los terrenos en el antiguo complejo industrial, proveyendo así estrategias para su limpieza, e identificar opciones para una reutilización sólida con un desarrollo económico diversificado a lo largo de una zona costera revitalizada. 


Trasfondo: 

El embargo petrolero de 1973 surge a raíz de la decisión de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPEP) que provocó el colapso de muchas empresas y petroquímicas y obligó a la refinería más grande del complejo industrial, la Commonwealth Oil Refining Company (CORCO), a acogerse a la Ley de Quiebra. Actualmente, a pesar de que aún existe operación industrial en la zona, incluyendo a la CORCO, las industrias operan a un nivel significativamente menor que el de las que operaron en un pasado cuando ejercían como refinerías y petroquímicas. Otras, por el contrario, fueron decomisadas y se retiraron de la zona dejando atrás espacios altamente desolados entre contaminación y chatarra. 


Actualidad: 

La memoria colectiva cultural identifica al corredor industrial PR#127 como “la CORCO” o “la antigua CORCO”, ya que la CORCO fue tema de discusión debido al impacto económico y ambiental ocurrido en ambos municipios (Guayanilla y Peñuelas) y en la región sur. Sin embargo, CORCO (quien opera un terminal marino y un centro de almacenaje y distribución de gasolina) sólo cubre una fracción de aproximadamente unos 800 acres dentro del corredor industrial. 

Existen aproximadamente 3,500 acres de terreno calificado como “industrial pesado” a lo largo de la carretera PR#127 entre ambos municipios, donde más de 1,800 acres están en desuso, algunos baldíos y otros sin desarrollar. El remanente de las propiedades industriales que operan en el corredor industrial incluye empresas tales como Demaco, Inc., Betteroads Asphalts, Inc., CORCO, EcoEléctrica, Peerless Oil & Chemicals, Inc. y la planta Costa Sur, propiedad de la Autoridad de Energía Eléctrica, entre otras. El manejo adecuado de estas empresas es regulado por la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA, por sus siglas en inglés) y la Junta de Calidad Ambiental (JCA). 

Varias de estas compañías, algunas en operación y otras decomisadas, fueron sometidas por la EPA a la Ley de Conservación de Recursos y Remediación (RCRA, por sus siglas en inglés), la cual indica que las empresas son responsables de la limpieza y monitoreo de suelos, cuencas y acuíferos contaminados por actividades industriales bajo su administración. Sin embargo, entre los 3,500 acres industriales, muchas de las propiedades en desuso, baldías o sin desarrollar no poseen información actualizada sobre las condiciones de contaminación en sus suelos, provocando incertidumbre sobre el impacto total de la contaminación de la zona. 

Problemática: 

Aproximadamente, 11,000 personas habitantes en nueve comunidades (seis en Guayanilla y tres en Peñuelas) han sido afectadas por la contaminación industrial. Cuatro generaciones son testigos del impacto ambiental ocasionado por emisiones al aire, descargas de aguas calientes y percolación de tóxicos en suelos y sistema de acuíferos del sur. En la actualidad, las personas residentes también luchan por la limpieza de áreas abandonadas infestadas por vertederos clandestinos, actividades ilícitas de desarrollos en áreas protegidas, descargas tóxicas al mar, quema de neumáticos e incineradores de cadáveres. Imploran por la seguridad de sus respectivas comunidades, por nuevos accesos peatonales y mejor alumbrado, y desean que la zona sea propulsora de nuevos empleos y oportunidades para mejorar la situación económica de sus residentes. Exigen mejorar las instalaciones en sus escuelas, las cuales están localizadas en zonas inundables o se encuentran en inmediata colindancia con las propiedades de uso industrial pesado, sin la debida separación de amortiguamiento entre ambas. La zona también sufre un serio deterioro de sus carreteras y de los puentes que sirven a las industrias y a los residentes. 


DISUR―EPA: 
Programa Piloto de Planificación de Terrenos Baldíos

El proyecto de planificación PR#127- Guayanilla-Peñuelas: “De la chatarra nace el futuro” surge por la subvención de fondos de la EPA, quien otorgó a DISUR la cantidad de $175 mil como parte de su Programa Piloto de Planificación de Terrenos Baldíos (Brownfields) dirigido a comunidades de los Estados Unidos y Puerto Rico. DISUR es una de 23 organizaciones elegidas para llevar a cabo este programa piloto. Los municipios de Peñuelas, Guayanilla y Ponce, al igual que la Junta de Calidad Ambiental (JCA) y las nueve comunidades impactadas, forman parte de los colaboradores del proyecto. A través de talleres comunitarios, investigaciones y vistas públicas, el equipo del proyecto PR#127- Guayanilla-Peñuelas identificó una visión estratégica para 13 Brownfields, formulada por las comunidades, para el desarrollo de un corredor ecoindustrial seguro, que comprende un aglomerado industrial integrado y enfocado en la industria del reciclaje responsable y la producción de energía renovable. Opciones como una finca solar, producción de celdas y paneles fotovoltaicos y el cultivo de microalgas para la producción de biocombustibles fueron algunas de las ideas presentadas por las comunidades. Esta visión incorpora la participación directa del sector académico, la creación de cooperativas comunitarias para salvaguardar los intereses entre las comunidades impactadas, empresas socialmente responsables, la creación de áreas especiales de amortiguamiento para mitigar la contaminación y el cumplimiento de un plan de uso de terrenos para ambos municipios. 

El proyecto de planificación culminará en diciembre de 2012, cuando DISUR presente a la EPA y a las comunidades el plan final para la limpieza y el reuso de los terrenos abandonados y adyacentes a las comunidades impactadas entre Guayanilla y Peñuelas. Una vez terminado el proyecto, DISUR emprenderá un nuevo esfuerzo para el estudio comprensivo sobre la contaminación y estrategias de descontaminación y limpieza para aquellas propiedades que no poseen datos actualizados o reales de sus niveles de contaminación. La EPA otorgó a DISUR una subvención de $1 millón de dólares para la creación de un inventario de terrenos en desuso y la evaluación de su posible contaminación con sustancias peligrosas y/o petróleo, en los municipios de Ponce, Peñuelas y Guayanilla. Los terrenos y/o propiedades que formarán parte de este proyecto serán la Zona Histórica de Ponce y los terrenos en desuso del antiguo complejo petroquímico entre Peñuelas y Guayanilla. Este plan de reúso dará la oportunidad de empezar una nueva etapa de desarrollo que promete el bienestar de las personas residentes y un futuro positivo para el restablecimiento ecológico y económico de la zona.

DISUR es una corporación privada sin fines de lucro que tiene como misión promover y maximizar la competitividad y el desarrollo socioeconómico sustentable de la región sur, integrando los esfuerzos y recursos de los sectores público, privado, académico y la ciudadanía residente del área sur para lograr una mejor calidad de vida. La organización reúne esfuerzos de 15 municipios: Adjuntas, Arroyo, Coamo, Guánica, Guayama, Guayanilla, Jayuya, Juana Díaz, Patillas, Peñuelas, Ponce, Salinas, Santa Isabel, Villalba y Yauco; y es presidida por la Hon. María E. Meléndez Altieri, Alcaldesa del Municipio Autónomo de Ponce. 


Para más información visite: 
www.disur.org 
www.facebook.com/disurpr 
www.twitter.com/disurpr 
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