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HABLEMOS DE BIOGÁS

Por: Andrea Tempesta, B.Agr. M.S.

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El tema de la energía verde se vuelve más relevante cada día. Un número cada vez más alto de personas están interesadas en un desarrollo sustentable y en el mejoramiento de las técnicas de generación de energía limpia. En los últimos años, hemos sido testigos, tanto en Puerto Rico como en el mundo entero, del desarrollo de más proyectos con enfoque energético. Vivimos una época en la cual no podemos ignorar la escasez de los recursos. El suceso pertenece a las personas y a las compañías que apostaron sobre las diferentes tecnologías verdes actualmente presentes en el mercado mundial; una de estas es con toda seguridad el biogás.

El biogás es un gas que se genera a través de la degradación de la materia orgánica, en ausencia de oxígeno y gracias a la acción de microorganismos productores de metano. El producto final, una mezcla de metano y dióxido de carbono, permite alimentar un motor a combustión o una turbina para producción de energía eléctrica y calor.

El beneficio principal de producir biogás es la considerable contribución a la reducción de emisiones de gases de invernadero en la atmósfera. De hecho, una cantidad considerable de emisiones se debe a los procesos de degradación aeróbica y a las aguas residuales en la actividad agrícola, en particular de cerdos y vacas. La ventaja de una planta de biogás es que, interceptando el metano nocivo, lo transforma en energía renovable; cada m³ de biogás interceptado corresponde a 10 kg de CO2 que no se propagan a la atmósfera.

En cuanto a emisiones derivadas de la combustión, el biogás tiene todas las ventajas que la combustión de metano ofrece al ser comparada con la combustión de combustibles fósiles: niveles bajos de hidrocarburos volátiles y de óxidos de nitrógeno, y ausencia total de contaminantes peligrosos para la salud tales como plomo, azufre y partículas.

Producir biogás resuelve además el problema de los malos olores característicos de la actividad ganadera, los cuales se eliminan casi en su totalidad en la mayoría de los casos.

Mediante la utilización de este proceso químico se reutiliza un material que de otra manera se tendría que disponer a un alto costo, ya que el residuo sólido del proceso de producción de biogás, comúnmente conocido como “digerido”, contiene altos porcentajes de sustancias minerales tales como nitrógeno, fósforo y potasio. Dichas características son las que típicamente se encuentran en un buen fertilizante.

La producción de biogás en el mundo alcanzó las 9,000MW en el 2011, con un crecimiento anual del 14%. Se proyecta que en el 2025 la totalidad de la potencia instalada será de aproximadamente unos 22 GW. Tal crecimiento se debe a que esta tecnología se puede desarrollar con una inversión económica menor a la necesaria para la extracción de gas natural.

En Puerto Rico, el potencial de producción es significativo debido a que, además de que el costo de la energía eléctrica es muy elevado, muchos sectores del mercado tales como la industria ganadera, las destilerías, las cerveceras, las plantas de tratamiento, las procesadoras de jugos y alimentos y los vertederos se podrían beneficiar de esta tecnología. Además, debido al clima tropical de la isla, el costo de mantener una temperatura constante durante el proceso de biodigestión se reduce de manera considerable. De igual manera, los incentivos para el desarrollo y construcción de proyectos verdes completan el marco de las ventajas que, quienes cultivan la agricultura o ganadería, encontrarían construyendo su propia planta de producción, supliendo la totalidad de su demanda de electricidad y de calor.

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