EL BOSQUE SOLAR DE ADJUNTAS
Arturo Massol Deyá, Ph.D.
Casa Pueblo
Ni público, ni privado: autogestionado. En Adjuntas, la iniciativa de autogestión comunitaria de Casa Pueblo viene construyendo una transformación energética para el desarrollo local y para la adaptación climática. Es un esfuerzo social amplio que busca dejar atrás el modelo obsoleto y centralizado de los combustibles fósiles. En su lugar, propone desarrollo sostenible y justicia ambiental a base de generación limpia con el sol, en el mismo punto de consumo. De esta manera se reducen las vulnerabilidades históricas asociadas al sistema centralizado y costoso, que requiere de líneas de transmisión y de distribución eléctrica.
Esta agenda nacional con responsabilidad planetaria ha caracterizado los pasados 42 años de Casa Pueblo, que ha defendido los recursos naturales de la Isla, primero de una megaminería y luego de un gasoducto. Ir desde la protesta defensiva hasta la propuesta de alternativas, asumiendo responsabilidades, es muestra de las acciones consecuentes para el cambio que definen nuestra autogestión comunitaria. Por eso, desde 1999, la emblemática casa rosada a la entrada del pueblo de Adjuntas opera con energía solar. En aquel momento, la energía generada no alcanzaba ni para el 10% de la demanda total. En el 2007, junto a la UPR-Mayagüez, modernizamos el sistema logrando el 50% de la generación eléctrica y el ser los primeros en la historia de Puerto Rico en interconectarnos a la red con medición neta. La AEE, sin embargo, se negó a firmar el contrato, es decir, se apropió por cerca de 10 años de los excedentes diurnos de la generación eléctrica de la comunidad. No sería hasta la actualización del 2017 que alcanzáramos 100% de independencia energética y, más aún, con un excedente que se acumula mes tras mes y que se refleja como un crédito en la factura mensual. Aun así, el excedente de generación no se traduce en una retribución justa de la aportación comunitaria a la generación eléctrica del País.
Con el golpe del huracán María nuestra iniciativa cambió: de servir como centro educativo y demostrativo del uso de energía solar, a buscar democratizar la generación energética para potenciar diferentes asuntos centrales al quehacer del pueblo. Al momento, sobre 200 proyectos de solarización se desarrollan en nuestra comunidad. Un centenar de hogares que llamamos ‘cucubanos’ por alumbrarse con luz propia, atienden la cuestión de la pobreza y el derecho a la energía para todos y todas. Así debería ser a nivel nacional, y aunque aún eso no ocurre, al momento de publicación de este trabajo 10 hogares más habrán sido energizados con el sol para apoyar aquéllos que atienden familiares con condiciones crónicas de salud. Además, ya opera con el sol alguna infraestructura crítica del pueblo como el parque de bombas, la unidad de emergencias médicas, el hogar de personas adultas mayores, la escuela elemental del campo y la torre de comunicaciones de Radio Casa Pueblo. Otros lugares que gozan de autonomía energética son el nuevo Cine Solar, cinco colmados en los barrios, una lechonera, el chinchorro, la barbería, así como la farmacia, la panadería, la pizzería, la ferretería, mueblerías, ópticas y otros pequeños comercios a través de la microrred de Adjuntas Pueblo Solar. Esta última iniciativa se desarrolla en colaboración con la Fundación Honnold y la Asociación Comunitaria de Energía Solar Adjunteña (ACESA), las cuales gobernarán la infraestructura solar.
En un proceso de cambio, la educación es fundamental. Desde Adjuntas hemos ofrecido múltiples talleres educativos, preparación de videos, cápsulas y programas radiales, así como la publicación impresa y digital del periódico Adjuntas Pueblo Solar (casapueblo.org). Hemos realizado 50 auditorías a pequeños comercios para el estudio de cargas y recomendaciones de eficiencia energética, y hasta se ha diseñado un sistema fotovoltaico conceptual que ayude a las personas comerciantes a repensar su futuro y planificar una posible transición.
Como parte del modelo de desarrollo local, se diseñó un Pasaporte Solar. A través de él las personas visitantes del pueblo conocen y aprenden de los proyectos. La autosuficiencia energética representa un renglón de reducción de gastos de operaciones, pero los aumentos en visitación, auspicio y consumo representan los mejores indicadores de activación económica.
Como parte de esta insurrección constructiva que atiende seguridad energética, salud, educación, infraestructura crítica, desarrollo empresarial, entretenimiento y comunicaciones con un modelo que transforma el paisaje energético de Adjuntas, sube el telón para la cultura con la construcción del Bosque Solar. Este proyecto artístico de energía renovable ofrecerá seguridad energética a residencias cercanas, servirá de oasis para la comunidad y se convertirá en punto de interés turístico en Adjuntas. El bosque consiste en postes de madera tradicionales del tendido eléctrico convertidos en árboles con ramas construidas en metal para el anclaje de paneles fotovoltaicos. Cada escultura o árbol tendrá ocho ramas mirando al sur para capturar y convertir la radiación solar en energía eléctrica.
Nuestras tres piedras angulares de ciencia, cultura y comunidad están estampadas en esta obra de arte funcional. El Bosque Solar está ubicado en la calle Rodulfo González, en un terreno aledaño a Casa Pueblo donado por la descendencia de la Familia Frontanés Vázquez. El predio de terreno de 190 metros cuadrados le perteneció al barbero José Antonio Frontanés y a su esposa María Vázquez, quienes tuvieron cinco hijos e hijas: Alicia, Joaquín, Samuel, Mabel y Luz Darcy. Ya fallecieron, y sus 17 descendientes se pusieron de acuerdo para ofrecerle a Casa Pueblo que desarrollara allí una obra comunitaria. De ahí nace la propuesta del Bosque Solar como nuevo proyecto hacia la independencia energética del pueblo.
El espacio se convertirá en una plaza de la cultura, un jardín de mariposas y un oasis energético para que las personas que lo visiten puedan cargar sus teléfonos y otros equipos. En configuración de microrred, la generación alimentará cargas críticas de los vecinos inmediatos de Casa Pueblo. Se trata, pues, de una obra de arte con utilidad energética donde usted podría aprovechar para tomarse fotografías con la escultura, que tiene al fondo un mural que integra el bosque urbano al paisaje escénico de las montañas del pueblo. Este mural fue trabajado por el joven adjunteño Bryan Portalatín, o Porta como le conocen en el mundo artístico.
El Bosque Solar fue diseñado con el apoyo del arquitecto Ricardo Medina en un proceso de consulta y experimentación extensa. La fabricación de las ramas con todos los ángulos necesarios, la fortaleza estructural y el mecanismo de agarre al poste sin barrenarlo quedó en las manos del soldador José Pacheco Berio, mientras Julio Rosario trabajó la instalación solar. El Bosque Solar será inaugurado el Día del Planeta Tierra en abril próximo con motivo de nuestro aniversario 42.
La metáfora de la fotosíntesis en los bosques que hemos defendido frente a propuestas de desarrollo insostenibles, se trae a árboles urbanos que capturan la luz solar para convertirla en energía eléctrica. El bosque también produce alimentos, y las cargas críticas a energizarse en los hogares cercanos será selectivamente el ‘breaker’ de la nevera, pensando en la seguridad alimentaria que se compromete con cada apagón del sistema centralizado. Por su parte, la propuesta de usar postes colocados con una inclinación representa la transformación del sistema eléctrico a uno ecológico, es decir, es discurso político de la naturaleza marcando las alternativas de futuro.
Ante la crisis climática, la autogestión comunitaria de Casa Pueblo sigue marcando una ruta de cambio para Adjuntas Pueblo Solar, referente para el país y para el Planeta. Visítanos, aprende y disfruta del Bosque Solar y de nuestros proyectos comunitarios.
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