
AUDITORÍAS DE ENERGÍA:
LA BASE PARA UNA INVERSIÓN CAPITAL INTELIGENTE
Alexis Acevedo, PE, CEM

Ahorrar dinero en las facturas de energía es igualmente atractivo tanto para los negocios y las industrias como para los individuos. Las compañías, cuya factura de electricidad representa una fracción substancial de sus gastos de operación, tienen una mayor motivación para establecer un programa de ahorro en este renglón; esto típicamente comienza con una auditoría de energía. Una auditoría de este tipo consiste en un análisis detallado de cómo un edificio utiliza energía y en identificar modificaciones en prácticas de operación y en equipos que consumen electricidad para que de forma costo-efectiva reduzcan gastos de funcionamiento.
Existen muchas oportunidades de reducir energía en un edificio. Se estima que es posible reducir un 33% de la electricidad que consume un edificio al que no se haya hecho una auditoría anteriormente. Al reducirla y hacer su edificio más eficiente, puede también añadirle valor y hasta obtener reconocimientos y certificaciones de entidades como Energy Star de la EPA (Environmetal Protection Agency) y USGBC (US Green Building Council) con su sistema LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). Las auditorías de energía son una buena base para alcanzar estos objetivos y para poder identificar de forma inteligente la inversión que su edificio necesita.
Antes de realizar la auditoría en el edificio, los auditores o auditoras deben recopilar la información sobre el uso histórico de la energía en el edificio y sobre los factores que probablemente afectan su uso. Las facturas pasadas de luz y combustible, los planos del edificio, el tipo de construcción, las horas de operación y el listado de equipos son parte de los datos necesarios. La persona que audita frecuentemente mira también el uso y costos de agua y de aguas residuales. Visitar el edificio, recorrer todas las áreas y entrevistar al personal de operaciones o mantenimiento son los siguientes pasos a seguir para conocer la operación y los equipos del edificio. Estos pasos ayudarán a identificar las medidas de conservación de energía.
Por medio de herramientas que provee Energy Star, se puede comparar el edificio con otros edificios similares y, mediante un sistema de puntuación, conocer cuán cerca o lejos está de ser un edificio eficiente y evaluar oportunidades.
Algunas de las medidas de conservación que pueden identificarse durante una auditoría de energía son:
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Remplazo de luminarias por tecnologías más eficientes. Esta medida en muchas ocasiones resulta en mayores ahorros al reducir también el calor en los espacios interiores, por lo tanto, el sistema de aire acondicionado trabaja menos.
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Remoción de luminarias. Ahorros importantes pueden obtenerse quitando algunas de las lámparas que están produciendo niveles excesivos de iluminación; los niveles de la iluminación en algunas instalaciones están sobre-diseñados.
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Controles en el sistema de iluminación. Los cronointerruptores, los sensores de ocupación y los sensores de iluminación natural son tecnologías que ayudan a conservar energía debido a que muchas áreas dentro de los edificios no requieren tener iluminación en todo momento.
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Cambios de tarifa o carga contratada. Evaluando la factura de electricidad se puede identificar si otra tarifa que ofrece su compañía de Energía Eléctrica le puede resultar más conveniente según la operación del edificio y su uso de energía. Mover operaciones a horas que no son pico pueden ser de gran beneficio dentro de algunas de las tarifas disponibles. La auditoría le puede ayudar a evitar posibles penalidades que esté pagando en sus facturas y, si le conviene, corregir su factor de potencia.
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Mejoras a exteriores del edificio. Reparar ventanas, sellar aperturas, aislar techos o paredes y colocar películas (films) en ventanas pueden ser algunas de las mejoras que ayudarán a disminuir la carga del sistema de aire acondicionado y, por tanto, ahorrar energía.
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Remplazo de unidades y mejoras al sistema de aire acondicionado. Unidades más eficientes y cambios en la distribución del aire o sistema de agua helada pueden traer significativos ahorros de energía. Esto puede incluir unidades de enfriamiento (chillers), condensadores, evaporadores, torres de enfriamiento, bombas, abanicos, válvulas y otros accesorios del sistema de aire acondicionado.
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Controles en sistemas de aire acondicionado. La capacidad que se obtiene con los controles para cambiar puntos de ajuste (set points), hacer itinerarios de operación y modular de acuerdo con las necesidades reales en el edificio genera grandes ahorros. De igual forma se puede hacer en abanicos de extracción, bombas de agua y otros equipos.
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Implantación del sistema Demand Controlled Ventilation. Si usualmente hay una alta fluctuación de personas en el edificio por el tipo de operación que se realiza en él, se puede considerar implantar el sistema de ventilación controlada por la demanda (Demand Controlled Ventilation). Consiste en modular las cantidades de aire del exterior que entran al sistema de acuerdo con la cantidad de personas que se encuentran en el lugar. Esto se hace con un sistema de control con el que se monitorea el CO2 en el espacio, lo cual determina la cantidad de aire del exterior que realmente se necesita para tener una buena calidad de aire.
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Optimización de sistemas de aire comprimido y vapor. En sistemas de aire comprimido y vapor, pueden encontrarse un gran número de fugas que ocasionan grandes pérdidas de energía. Muchas de éstas no son visibles y se mantienen consumiendo energía por mucho tiempo. Bajar las presiones y optimizar las secuencias de operación también producirá ahorros.
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Instalación o reparación de aislación térmica en tuberías y equipos. En tuberías, conductos y equipos que operan con fluidos de bajas o altas temperaturas, se requiere que estén bien cubiertos con aislación para evitar pérdidas de energía.
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Remplazo de equipos. El remplazo de motores, abanicos, bombas, quemadores, calentadores por unos de mayor eficiencia puede resultar en muy buenos ahorros. Equipos de proceso y hasta equipos de oficina como impresoras, copiadoras y monitores pueden también estar incluidos. En ocasiones, en lugar de un remplazo inmediato del equipo, se puede cambiar el modelo del equipo existente por el más eficiente en el edificio; se compraría entonces el modelo eficiente una vez se dañe el existente.
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Reducción en consumo de agua. Remplazo de equipos, cambios en procesos, reutilización de aguas usadas, cosecha de lluvia y la instalación de contadores en torres de enfriamiento son algunas de las medidas que pueden reducir significativamente las facturas de agua.
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Mejoras en mantenimiento. Mejoras a sistemas de filtración de agua y aire, entre otras, pueden ayudar a evitar pérdidas de energía que causan reducción de eficiencia en los equipos. Esto puede ocurrir en equipos de aire acondicionado, torres de enfriamiento, unidades de enfriamiento (chillers), intercambiadores de calor, compresores de aire y otros.
Son muchas las medidas de conservación de energía que se pueden encontrar en los edificios y para cada una de ellas se podrá evaluar cuales serían sus ahorros. Como parte del proceso, se buscan cotizaciones y se preparan estimados de costo que puedan usarse para calcular retorno de inversión y evaluar prioridades de acuerdo al presupuesto del consumidor o consumidora.
Los auditores y auditoras pueden también ayudar a sus clientes durante procesos de subasta, orientarles sobre opciones de financiamiento, preparar propuestas (Request for Proposals) y manejar o supervisar el proyecto durante la construcción.
CONSERVANDO EL AMBIENTE - Los auditores y auditoras, diseñadores y diseñadoras, dueños, dueñas y personas encargadas de edificios tenemos la oportunidad de contribuir en gran manera con el ambiente, ya que al mismo tiempo que reducimos consumo de energía y gastos de operación en los edificios, se reducen emisiones de CO2 y azufre, así como el calentamiento global.