Cerrando la Brecha entre el Diseño Edificado
y el Diseño Natural
Por: Wilfredo Méndez Vázquez, M.Arch, AIT
De acuerdo con The Biomimicry Institute establecido en el 2005, el término biomimesis se refiere a “un método de innovación que busca soluciones sustentables a través de la imitación de los comprobados procesos y estrategias de diseño en la naturaleza.” Recientemente, en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica en Ponce, se estableció lo que podría ser el primer taller de diseño fundamentado totalmente en biomimesis en Puerto Rico. El taller experimental fue diseñado para estudiantes del primer año (B.Arch) y ha sido nombrado Analogías Bio- Tectónicas en la Arquitectura.
¿Cómo la naturaleza diseñaría nuestros espacios para vivir, trabajar o disfrutar? Esta inusual pregunta me ha llevado, como director del taller, a cuestionar el paradigma actual bajo el cual se diseña arquitectura y, en efecto, a proponer una estrategia que se fundamenta en la adaptación y la eficiencia de la forma diseñada. Aunque en ocasiones el taller experimental parece más un laboratorio de investigación biológica que un taller de diseño, en el mismo se pretende definir nuevos parámetros de diseño sustentable inspirados por la naturaleza.
Como parte de los ejercicios del taller, la matrícula compuesta por diez estudiantes ha realizado un riguroso proceso de investigación y análisis de diversas formas de origen biológico: la forma de distintas conchas de mar, la forma de algunas flores y raíces, la forma del bambú, la forma de un nido y hasta del cascarón del huevo. El estudiantado se encargó de identificar qué aspectos de la forma de estos objetos se adaptaba al contexto conforme crecían. No sólo se documentó este proceso de crecimiento y adaptación, sino que se consiguió traducir ciertas características de estas formas biológicas en parámetros arquitectónicos con importantes implicaciones ambientales.
A esta relación entre la forma y el crecimiento de la naturaleza se le conoce como morfogénesis, o el origen de la forma como respuesta a su proceso de adaptación evolutiva. Analogías Bio-Tectónicas en la Arquitectura es un taller de diseño que enfatiza en la importancia del factor “evolución” como un método eficiente para obtener resultados sustentables. Es a través de esa “perspectiva evolutiva” del diseño que se consigue adaptar su forma a las necesidades ambientales del contexto. La arquitectura deja de pretender ser un ente aislado y a veces incongruente con su contexto y, en lugar de eso, comienza a diseñarse como parte del mismo ecosistema vivo y se hace sensible a éste.
La visión pedagógica de este inusual taller se concentra en definir qué factores hacen que una forma cualquiera pueda en efecto definirse como sustentable. Por lo tanto, la exploración en el taller promueve la multifuncionalidad de las formas biológicas como un estándar de diseño arquitectónico al que se debería aspirar para las edificaciones sustentables del futuro. Bajo esa premisa se enfatiza en el hecho de que las formas biológicas cumplen varias funciones, a veces ornamentales, estructurales y mecánicas a la misma vez. ¿Cuántos recursos y materiales podríamos ahorrarnos si la cubierta de nuestras edificaciones fuera también su estructura? ¿Cuántas emisiones de CO2 podrían reducirse con este impacto? ¿Cuánto dinero se ahorraría eliminando el material estructural que actualmente es necesario? ¿Qué efecto tendría la inversión de ese dinero en tecnología sustentable? Algunas de estas interrogantes sirven como guía para el desarrollo de las investigaciones y propuestas del estudiantado.
Estudiantes como Julio de Jesús, Nanette Martínez, José Rosa y Xavier Viquez se han centrado en el estudio de la eficiencia de estructuras vegetales. Otros y otras como José Pacheco, Stella Castro, Pablo González y Julio Colón han estudiado los beneficios morfológicos inspirados por diversas conchas de mar y cascarones. Incluso algunos estudiantes como Christian Torres analiza la forma y estructura de un producto de diseño animal como lo es un nido. Todas las investigaciones hacen énfasis en la forma como estructura resultado de los condicionantes ambientales.
Un profundo análisis del bambú, por ejemplo, permitió determinar el comportamiento anisotrópico de esta planta, que quiere decir que las fibras del material crecen en la dirección en la cual la planta está sujeta a mayores presiones. Este parámetro tendría importantes implicaciones ecológicas y mecánicas si se aplicase al diseño y construcción de las edificaciones contemporáneas. Contrario al paradigma de construcción actual, este principio permitiría utilizar menor cantidad de material en las zonas donde trabajan más en la estructura, y eliminarlo de donde no es necesario. De otro estudio de una concha de mar llamada lighting whelk se desprendieron otros principios de diseño eficiente fundamentados en los pliegues de las superficies. Dichos pliegues permitirían eliminar por completo la estructura convencional de pórticos (vigas y columnas) que se utilizan en Puerto Rico y muchas partes del mundo. Este principio ahorraría mucho material de hormigón armado y acero, además del CO2 correspondiente a su fabricación.
Para los miembros del taller, ser realmente sustentable es diseñar estructuras inspiradas por la naturaleza. El taller experimental en biomimesis justo acaba de implementarse este mismo año, por lo que todas las investigaciones cuentan con resultados muy preliminares. No obstante, el objetivo del mismo es servir como una fuente de conocimiento e información sobre nuevos conceptos básicos de tecnología para mejorar la calidad ecológica de las edificaciones para el futuro de Puerto Rico y el Caribe. Para mayor información y noticias del taller puede visitar: http://biotectonica. blogspot.com