Cosecha de aguas de lluvia y su potencial en edificios verdes
Por: Fernando Abruña
Entre 30,000 y 40,000 galones al año es la cantidad de agua que podemos cosechar en una casa promedio en Puerto Rico! Si usted es una de esas personas que compran agua embotellada a razón de $1 el galón, imagínese 40,000 de esas botellas en el interior de su casa. No es una cantidad trivial y es una demostración del enorme potencial que tenemos para mejorar el uso de este importante recurso.
Los sistemas de cosecha de agua de lluvia pueden ser tan simples como un barril que recoja las aguas que caen sobre el techo, o tan sofisticados que puedan suministrarle agua potable.
De las diversas superficies de techo que se pueden utilizar para cosechar aguas de lluvia, las más apropiadas son las de metal: acero galvanizado, zinc o aluminio.
Sistema de cosecha de agua de lluvia paara edificios multipisos(30 Green Construction Details by F. Abruña, 2008)
Contrario a las de metal, las de hormigón, por su naturaleza rugosa y ligeramente porosa, atrapan mucho hollín, polvo, sedimento y excremento de aves y roedores. Para mitigar esta condición, será recomendable cubrir la superficie del techo con membranas elastoméricas o cubiertas que reduzcan su rugosidad y porosidad.
Los sistemas de potabilización de agua suponen generalmente varios elementos integrados en un sistema que requiere monitoreo para asegurar la salud de aquellas personas que la consuman. Usualmente, se utilizan sistemas de filtración para remover sedimentos y partículas, lámparas de radiación ultravioleta para eliminar virus y bacterias y un sistema de osmosis invertida para asegurarnos de la pureza del agua. También se utilizan filtros especiales para mejorar su sabor. El diseño de estos sistemas es más complejo que los sistemas que cosechan aguas no potables; en este corto artículo nos limitaremos a explicar los últimos.
En cualesquiera escenarios, los sistemas de cosecha de aguas de lluvia deben ser dotados de algún mecanismo que descarte las primeras aguas que se derraman del techo. Esto permite que los minutos iniciales de lluvia laven el techo, remuevan los sedimentos y luego entre agua más limpia a la cisterna. Ilustramos aquí una de muchas opciones y estrategias disponibles para lograrlo. Nótese que la extensión del bajante de techo posibilita recoger el sedimento en este tubo y removerse periódicamente para destaparlo. Mientras más larga esta extensión, mejor.
En una instalación típica de plomería, se utiliza agua potable para operar inodoros que consumen, cada uno, 1.6 galones por uso. ¡Absurdo!... La mejor práctica para el uso de aguas no potables de un sistema de cosecha de lluvia será precisamente para la operación de inodoros y para el riego de plantas. Lamentablemente, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de Puerto Rico no tiene un mecanismo para atender esta estrategia de forma justa y razonable. En un proyecto reciente de vivienda verde de bajo costo que completamos, nos topamos con el requerimiento de la AAA de un contador de agua adicional entre la cisterna y el inodoro con el fin de facturar el agua de lluvia que al pasar por el inodoro termina en su red de tuberías sanitarias. La AAA cobra por este servicio y es razonable que lo haga. Penosamente, esta exigencia no está alineada con la política pública de sostenibilidad y no des-incentiva el uso de agua potable para operar inodoros. Esta limitación no existe en aquellas instalaciones que utilizan pozos sépticos.
En edificios institucionales que utilizan sistemas de acondicionamiento de aire de agua helada (“chilled water systems”) la necesidad de agua de evaporación en sus torres de enfriamiento puede ser suministrada por las aguas captadas de la lluvia logrando ahorro significativo de dinero.
Para determinar el potencial de cosechas de agua de lluvia al año, se requiere determinar el área de techo efectiva. Esta área es equivalente a la proyección horizontal del plano del techo. Esto significa que una estructura con un techo a dos aguas tendrá un área de captación similar al de la misma huella de un techo plano equivalente.
Además del área de techo efectiva, será necesario saber la pluviosidad del lugar en pulgadas, la tasa de evaporación y absorción de la superficie recolectora y la cantidad de agua que se descarte en los primeros minutos de cada evento de lluvia. No es la intención de este artículo entrar en los detalles de este cómputo, así que le ofrecemos al público una muy útil regla, “a ojo de buen cubero”, para hacer un estimado aproximado de captación. En ausencia de información, se puede estimar el potencial de captación del área efectiva de techo a razón de 28 galones por pies cuadrados al año. Podrá hacer ajustes de este estimado hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de su ubicación. Los municipios en el área norte recibirán más agua que aquellos en la zona sur.
Como ejemplo, un edificio de viviendas en condominio con un área de techo de 40,000 pies cuadrados tendrá un potencial de captación anual equivalente a: 40,000 PC x 28 gal/PC/ año = 1,120,000 galones/año. Esta cantidad de agua puede utilizarse para tareas de limpieza de las áreas comunales y para el riego de plantas en las áreas verdes, suponiendo economías considerables a los condóminos. Como regla general, mientras más grande la instalación de plomería de un edificio, más costo efectiva será la instalación de un sistema de cosecha de aguas de lluvia.
Resulta evidente, por lo aquí discutido, que la cosecha de aguas de lluvia es un recurso importante para lograr operaciones más sostenibles.
Detalle de desague inicial de lluvias: eficiente, económico y sencillo de implantar. (30 Green Construction Details bt F. Abruña, 2008)