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Casa Pueblo y el Bosque Modelo:

SUSTENTABILIDAD PARA Y POR LA GENTE

Por: Arturo Massol Deyá / Especial para Corriente Verde

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En la zona central montañosa de la isla de Puerto Rico yacen importantes cuencas hidrográficas que abastecen de agua potable, tanto a los pueblos de la montaña, como a la zona norte, sur y oeste del país. Su importancia económica suele pasar desapercibida para algunas personas, pero en momentos de inseguridad hídrica – como durante sequías– sus servicios ecosistémicos afloran como oasis en el desierto.

La salud de una cuenca hidrográfica depende de su cobertura boscosa, que además de servir de hábitat para una gran biodiversidad, produce oxígeno, remueve contaminación del aire y mantiene caudales de agua permanentes debido a su efecto esponja, es decir, a que cuando llueve, amortigua las escorrentías y, cuando deja de llover, libera agua a los ríos para mantener un caudal mínimo. Las aguas que nacen en Adjuntas, por ejemplo, abastecen a sus residentes y a quienes viven río abajo. También sirven de riego para la agricultura, recargan el Acuífero del Norte, crítico para la industria y, a través del Supertubo, desde Arecibo se transportan entre unos 80 a 100 millones de galones de agua diarios hasta la zona metropolitana. Ese volumen de agua desviada representa para las personas metropolitanas el equivalente al embalse Carraízo. Durante la pasada sequía de 2015, este circuito hídrico sirvió de paliativo evitando racionamiento a miles de familias, reduciendo pérdidas económicas en zonas turísticas, manteniendo actividad productiva e, incluso, reabasteciendo parcialmente el embalse seco de Carraízo. Así fue aunque parezca inverosímil. De las aguas servidas desde la montaña, por el tubo, hasta Caguas y San Lorenzo, se descargaban a los tributarios que recargan este embalse después de su uso y tratamiento.

Como se ve, para garantizar la seguridad hídrica es indispensable proteger los bosques. La relación es directa. La cuenca de Carraízo apenas tiene 35% de cobertura boscosa mientras las que sirven al Supertubo tienen un saludable 80%. Sin embargo, aunque contamos con una buena cobertura boscosa en la Cordillera Central, solo una fracción está protegida y con la Ley PROMESA los bosques estatales están en riesgo. O sea, más del 90% de las tierras ecológicamente importantes están en manos privadas. Por lo tanto, cualquier esfuerzo de manejo forestal tiene que ser participativo y concertarse con la gente.

Esta zona crítica para la economía del país no ha estado exenta de amenazas de desarrollo insostenible. Por sobre 40 años estuvieron unas 37,000 cuerdas de terreno entre Adjuntas, Utuado, Lares y Jayuya bajo la amenaza de minería ‘cielo abierto’. Más recientemente, la amenaza consistió de un gasoducto que habría atravesado sobre 234 cuerpos de agua.

Casa Pueblo en Adjuntas nace precisamente para defender al país de la minería en el año 1980. Tras 15 años de gestión con muchos sectores, finalmente se alcanzó la prohibición de este tipo de ‘desarrollo’ incompatible con nuestra realidad geográfica. Un año más tarde, a instancias nuestras, se logró transformar las tierras de la propuesta minera en el hoy Bosque del Pueblo. En ese momento, Puerto Rico tenía protegidas menos de 4% de sus tierras de alto valor ecológico y no se designaban nuevas áreas desde los años cincuenta. Además de activar al gobierno a proteger nuevas tierras, Casa Pueblo propuso ser manejadora comunitaria estableciendo un precedente en la conservación de los bosques.

El manejo comunitario no se limitó a la demarcación física del bosque. La diferencia de nuestro manejo comunitario fue la de trabajar con la gente y con aquellas actividades de uso de la zona como la agricultura, las hospederías, los restaurantes, los negocios y hasta con el Hospital Castañer atendiendo temas de salud. En lugar de mirar la unidad forestal como una demarcación aislada, a la manera tradicional, Casa Pueblo ha impulsado mirar nuestro entorno con una escala de paisaje amplio, donde se entrelazan servicios y necesidades diversas de la gente, inclusive, algunas en conflicto.

Tras el Bosque del Pueblo, impulsamos el Bosque La Olimpia en donde, precisamente, nace el Río Grande de Arecibo. Allí se desarrolla otra actividad de servicio forestal a la sociedad: el Bosque Escuela ‘Ariel Massol Deyá’. En este lugar, los y las estudiantes aprenden lecciones del bosque para buscar desarrollo sustentable. La iniciativa comunitaria cuenta además con su propia emisora radial, Radio Casa Pueblo 1020AM, herramienta de comunicación social cuyo lema es la “Voz de las aguas, los bosques y nuestra gente”.

De esta práctica nace en Puerto Rico el Bosque Modelo, una iniciativa internacional que, precisamente, reconoce la importancia de la conservación de los recursos naturales en paisajes amplios donde vive la gente. En el 2007, Casa Pueblo logró integrar a Puerto Rico a la Red Iberoamericana de Bosques Modelo e impulsó con otros la creación del Bosque Modelo Nacional de Puerto Rico que integra 26 áreas protegidas a través de corredores biológicos en unas 390,000 cuerdas de terreno.

El Bosque Modelo reconoce en su delimitación geográfica una infraestructura verde que debemos manejar con mucho cuidado buscando las mejores prácticas para un desarrollo sustentable. Su delimitación ofrece visibilidad a una región marginada y poco valorada que presenta los índices socioeconómicos más bajos del país. Ahora, donde pudo haber explotación de nuestros recursos naturales para empresas millonarias sin vínculos ni intereses en el bienestar de la región, se observan respuestas locales de progreso económico, con mejorías en ocupación y diversificación de hospederías, rutas gastronómicas, ecoturismo, agricultura ecológica y otra multiplicidad de actividades que impulsan la protección de los recursos naturales y el desarrollo armonioso con la naturaleza.

Casa Pueblo y el Bosque Modelo persiguen combinar conservación de recursos naturales con justicia social para su gente. Visítanos y conoce más. Estamos todos los días abiertos al público de 8:00AM a 4:00PM. Para más información entra a www.casapueblo.org o comunícate al 787.829.4842. También, puedes escribir vía electrónica a casapueblo.correo@gmail.com o puedes seguirnos en tuiter por casapuebloorg o en facebook como Casa Pueblo de Adjuntas.

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