La Agricultura y el Reciclaje de Orgánicos
Por: Ing. Carlos E. Pacheco Irizarry
En mi pasado artículo discutí el proceso de Reciclaje de Orgánicos Fermentados (ROF) y mencioné que esta metodología puede ser instrumental en la agricultura. En este artículo, presento la conexión del reciclaje con la agricultura urbana. Ambos renglones pueden ser elementos principales para atender problemas comunitarios.
Las comunidades necesitan organizarse alrededor de proyectos que les permitan ocuparse en tareas productivas, tomar control sobre sus vecindarios, reducir el ocio y emplearse en actividades dignas e inspiradoras. Los municipios, a su vez, necesitan reducir los costos de recolección, manejo y disposición de los desperdicios sólidos. Además, precisan aumentar sus tasas de reciclaje, proveer oportunidades de empleo y añadir ingresos a sus debilitadas arcas. La agricultura urbana tiene el potencial de atender ambos sectores. Veamos de qué forma.
Para comenzar, definiremos una nueva metodología agrícola: los reciclopónicos. Es la agricultura fundamentada en la práctica de la agro-ecología en una forma intensa y sustentable mediante el reciclaje y el compostaje de los residuos orgánicos. Para la agricultura urbana, necesitamos, además de una comunidad activa, terrenos planos, fertilizantes y asistencia profesional de siembras dentro del campo agroecológico. No hay espacio para otro tipo de agricultura.
La hidroponía requiere de fertilizantes en forma de soluciones químicas, ambientes controlados, energía para bombeos y agro-químicos para sostener la salud de las plantaciones. Los acuapónicos requieren de un excelente balance entre los cultivos de peces y las plantas.
Para esto utiliza alimento de peces, infraestructura costosa, energía para mover el agua, en fin, insumos que no son del todo sustentables en aras de que los peces produzcan eventualmente los fertilizantes que necesitan las plantas. Los organopónicos, que son el modelo cubano de agricultura urbana, se apoyan en los estiércoles, la gallinaza y el excremento de lombriz como fertilizantes. En Puerto Rico, hay que realizar minería de los estiércoles y la gallinaza y extraerlos de campos lejanos del entorno urbano. Este tipo de fertilizantes no está tan fácilmente accesible como en los poblados cubanos.
Necesitamos fertilizantes de fuerte base orgánica, económicos, accesibles y cercanos a los centros de producción. De ahí es que nos fundamentamos en el reciclaje de orgánicos fermentados con miras a crear instalaciones de composta dentro de las áreas urbanas y, si es posible, dentro de las mismas instalaciones del reciclopónico. Un huerto reciclopónico estaría operado por una organización responsable con o sin fines de lucro, que genere empleos a la comunidad inmediata y que, además, organice todas las actividades de reciclaje, agricultura y mercadeo de la instalación.
Un reciclopónico tendría un área de no menos de 600 metros cuadrados. Estaría ubicado en un terreno llano, con suficiente luz solar y sin árboles cuyas raíces y sombra limiten el crecimiento de los cultivos. Debe crear las facilidades para que la comunidad se reúna y servir de lugar de esparcimiento, donde los niños puedan interactuar con los abuelos, entre otros, y exista espacio para sembrar jardines y flores, con la participación de la misma comunidad, mejorando la calidad de vida, fomentando el reciclaje y ayudando a la agricultura y a la conservación del ambiente.
El reciclopónico debe tener facilidades adecuadas para recibir material vegetativo preferiblemente de la propia comunidad. También, poseer un programa de recolección de los desechos de alimentos fermentados, además de espacio para un lugar de acopio del reciclaje tradicional.
La organización responsablemente manejará el reciclopónico como un negocio. Sus entradas tienen que ser generadas por ventas de los productos cosechados, del servicio de reciclaje de orgánicos fermentados, de composta con calidad agrícola, de las conservas de cosechas fermentadas, de materiales de reciclaje, semillas, herramientas agrícolas, además de ofrecer charlas educativas. Su éxito estará fundamentado en suplir productos frescos y de alta calidad a hospitales, escuelas, centros de cuido de la tercera edad, restaurantes naturistas y tiendas especializadas en buena salud, entre otros lugares.
Para que este tipo de agricultura sea rentable, tiene que ser de alta productividad y fundamentada en rotaciones apropiadas, policultivos y enmiendas como la composta, que permiten establecer un suelo vivo, saludable y de fácil manejo. Para el control de plagas, la agro-ecología tiene un buen enfoque de sistemas que aplican buenas prácticas fitosanitarias. Se debe considerar la instalación de tendederos con mallas de sombreo para bajar la intensidad solar, la temperatura y para ganar seguridad ante excesos de lluvia, además de crear ambientes semi-protegidos para algunos de los cultivos más sensitivos y para el desarrollo de sus propias plántulas.
La composta es el elemento base para mantener este suelo vivo y productivo. Los dos insumos básicos accesibles dentro del entorno urbano para la preparación de la composta son: los residuos de alimentos que aporta el nitrógeno y los residuos vegetativos que suplen la parte carbónica. El proceso de composta debe estar diseñado con capacidad de atender las demandas de los cultivos y con excedentes para generar ingresos adicionales. Ante la falta de regulaciones locales, la entidad operadora del reciclopónico debe ser responsable de cumplir con los requisitos de compostaje según esbozados por el USDA¹, además de cumplir con los requerimientos básicos de diseño, construcción, operación y manejo de los códigos de construcción locales. Además, deberá mantener buenas prácticas sanitarias durante el manejo de la composta y la cosecha de productos para consumo humano. Existe un potencial de contaminación cruzada que es importante conocer y atender, por lo que las más estrictas prácticas sanitarias deberán ser aplicadas en todo momento, principalmente durante los periodos de cosecha, empaque, almacenaje y distribución. El área de composta deberá tener un lugar para lavado de equipos y contenedores ROF. Todas las zonas de compostaje, como almacenaje de vegetativos, cernido, curado y almacenaje del producto deberán ser apropiadamente diseñadas. Hay que tener un particular cuidado con el manejo de los residuos de alimentos que se reciban en la instalación. Los residuos orgánicos son 70% agua, por lo que se producen muchos lixiviados y hay que manejarlos apropiadamente. El programa ROF permite separar la parte líquida, ayudando a mitigar este problema. La entidad operadora del reciclopónico diseñará un plan de manejo aprobado de antemano para que los lixiviados y las aguas de escorrentía sean adecuadamente manejados dentro de la instalación. Para esto, se debe consultar con las agencias reguladoras pertinentes. A su vez, las agencias regulatorias deben crear un programa que señale el buen manejo de estas instalaciones.
La persona dueña del solar se beneficia, debido a que la organización que opere el reciclopónico le mantendría los pagos de contribuciones de la propiedad al día, el solar limpio, productivo y embellecido el entorno. La cooperación de la persona dueña de propiedad, al “arrendar” el uso de estos terrenos durante un tiempo definido (el cual deberá ser no menor de 5 años), permitirá que el solar sea removido de la lista de estorbo público. Por lo general, la mayoría de estos solares en las zonas urbanas están baldíos, llenos de basura y escombros, afeando el vecindario y promoviendo el desarrollo de plagas y mosquitos.
La disponibilidad de la persona propietaria del solar para arrendar simbólicamente por $1/año el solar y participar dentro del programa, denotará su interés en contribuir con el mejoramiento de la comunidad.
Un reciclopónico pudiera ser la conexión necesaria para inyectar la energía necesaria para estimular la actividad de reciclaje en la comunidad. La posibilidad de que la comunidad posea un lugar que muestre productividad, progreso, trabajo y dignidad necesariamente impactará favorablemente todo el ambiente urbano. Las tasas de reciclaje municipales deberán aumentar significativamente y los costos de manejo, transporte y disposición de material vegetativo y orgánico se reflejarán en economías al municipio. También el municipio se beneficiaría de pagos de patentes municipales, de licencias sanitarias, de bomberos, de arbitrios, de propiedad mueble, etc.
Invito a los municipios a desarrollar una agricultura urbana fundamentada en los reciclopónicos, que a su vez atienda la crisis alimentaria, logrando crear riqueza de los desperdicios orgánicos y aumentando las tasas de reciclaje. Los reciclopónicos dan sentido a los solares urbanos que actualmente están desocupados estorbando el desarrollo de las comunidades aledañas y creando un grave problema de seguridad en las comunidades urbanas.
El autor es ingeniero licenciado experto en procesos de compostaje y tratamiento de aguas. Dirige el Comité de Reciclaje Orgánico de la PRRP y es miembro de la Junta Directiva de la Cooperativa Orgánica Madre Tierra, además de ser agricultor bonafide.
1 USDA - Natural Organic Program 5016- Allowance of Green Waste Rev. 07/22/11