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Movernos en Bicicleta: Una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida

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Por: Plan. Martha Bravo Colunga (*)

Los problemas de la movilidad urbana, de la contaminación del aire y del ruido son una fuente creciente de preocupación en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, a pesar de los graves problemas de tráfico que enfrentamos, el número de vehículos y la congestión en nuestras calles aumentan continuamente, contribuyendo al deterioro de la calidad de vida y de la salud de la ciudadanía.

En una sociedad dependiente del automóvil, hablar de transportación sostenible supone un desafío que implica un cambio en nuestros patrones de movilidad y en la provisión de infraestructura y de espacios públicos adecuados para que, quienes se trasladen en transporte público o caminen o utilicen bicicleta, puedan transitar en forma segura por nuestras vías públicas.

Muchas de las personas que utilizan bicicleta hoy en día en Puerto Rico lo hacen con fines deportivos y recreativos, sin embargo, también están aquellas que se desplazan a diario en bicicleta para llegar a su lugar de trabajo, de estudios, de entretenimiento, etc., como se hace «desde siempre» en muchas ciudades y pueblos alrededor del mundo.

Beneficios del uso de la bicicleta

  • Al igual que el caminar, el uso de la bicicleta es una alternativa de transportación saludable, económica, eco-amigable y eficiente en distancias cortas (hasta unos 5 kilómetros).

  • Movernos en bicicleta ayuda a reducir el consumo de energía, la congestión vehicular y la contaminación ambiental.

  • La transportación en bicicleta promueve el ejercicio físico, permitiendo tener una comunidad más activa y saludable y, por lo tanto, ayuda reducir los costos asociados al cuidado de la salud.

  • Desde el punto de vista de la economía “personal” o “familiar”, usar bicicleta permite reducir parte del presupuesto familiar dedicado al uso del automóvil (adquisición, mantenimiento, combustible).

  • La bicicleta utiliza menos espacio para circulación y estacionamiento y la inversión en la construcción y mantenimiento de infraestructura ciclista es mucho menor que la construcción de carreteras.

 

La bicicleta en Puerto Rico

En el Capítulo XI de la Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico, Ley 22 del 7 de enero de 2000, según enmendada, sobre Disposiciones relativas al uso de la bicicleta, se declara como Política Pública de Puerto Rico proveer las condiciones que permitan el uso y disfrute de la bicicleta como modo de transporte o recreación.

Al respecto, el Plan de Transportación a largo plazo para Puerto Rico, así como los Planes Regionales de Transportación, incluyen un Plan para los modos no motorizados, con el propósito de promover el uso de la bicicleta y el caminar, no sólo para fines recreativos y turísticos, sino como una alternativa de transportación saludable, económica y ambientalmente sostenible. Estos planes incluyen mapas con la alineación propuesta para establecer rutas ciclistas en varios municipios de la Isla, las cuales podrían interconectarse creando, en cada región, una red ciclista segura y accesible, tanto para quienes utilicen la bicicleta como transportación, como para quienes la usan por deporte o recreación.

Algunos de los factores considerados para determinar el tipo de instalaciones apropiadas para las personas ciclistas, su localización y prioridad, están relacionados con la accesibilidad, continuidad y conectividad de la ruta y con la calidad escénica del entorno. Las rutas ciclistas pueden ser carriles exclusivos, paseos separados o rutas compartidas, dependiendo de las características de la vía por donde discurren: sección disponible, volumen de tránsito, velocidad permitida, usos, condición de las intersecciones, señalización, calidad del pavimento y seguridad, en general.

En la Región Metropolitana de San Juan, se propone una “Red de Paseos Ciclistas y Peatonales o Parques Lineales” para interconectar los recursos naturales, los bosques y los espacios abiertos adyacentes a los cuerpos de agua con el Litoral Atlántico, así como las áreas recreativas y culturales con los centros urbanos. Proyectos existentes como el Paseo Piñones en Loíza, el Parque Lineal “Enrique Marti Coll” en San Juan y el Paseo Río Bayamón, desarrollados inicialmente con propósitos recreativos, formarán parte de esa red que se espera sea completada y utilizada como alternativa de transportación.

Algunos municipios están integrando rutas ciclistas permanentes a sus nuevos sistemas de transportación, tales como TRANSCRIOLLO, Transportación Colectiva para la Ciudad Criolla en Caguas, y el Sistema Integrado de Transportación del Sur, SITRAS, en Ponce.

Una exitosa actividad que transforma algunas calles en espacios para la convivencia, la recreación y el deporte es el Ciclo Paseo o Ciclovía Recreativa que, en varias ciudades latinoamericanas, se realiza un domingo al mes en las mañanas. Es un circuito de vías libres de tráfico motorizado, donde peatones, ciclistas y patinadores pueden disfrutar en forma segura de actividades al aire libre, como ya ocurre en Puerto Rico con “Ponce Ciclodía”, “Recreovía San Juan” y “Ciclo Ruta Caguas”.

En diciembre de 2010, se aprobó la Ley Núm. 201 para declarar la política pública respecto a la adopción del concepto de Calles Completas como parte de la planificación, el diseño, la nueva construcción, reconstrucción, remodelación y mantenimiento de las vías públicas de Puerto Rico. Este concepto va más allá de la provisión de aceras y rampas que faciliten la movilidad y el acceso de las personas con impedimentos, según requerido por la Ley ADA (American with disabilities Act). Se trata de crear rutas continuas y seguras para las personas de todas las edades, capacidades y habilidades, que reduzcan la dependencia del automóvil y promuevan la actividad peatonal, el uso de la bicicleta y el del transporte colectivo para facilitar el acceso a los diferentes lugares y actividades diarias, y para lograr que nuestras ciudades sean habitables.

Sin embargo, la construcción de infraestructura adecuada, por sí sola, no logrará que más personas utilicen bicicleta para sus actividades diarias; debemos promover un cambio de actitud y conducta ciudadana que nos permita compartir nuestras vías públicas en forma responsable y segura. En este sentido, diferentes grupos de ciclistas alrededor de la Isla están desarrollando actividades que promueven el uso de la bicicleta como un estilo de vida, además de los clubes y grupos que practican el ciclismo como deporte, y, recientemente, el servicio de ecomensajería en bicicleta.

En resumen, “movernos en bici” representa beneficios para la salud, el ambiente y la movilidad. No se trata de una moda, o únicamente del interés de unas pocas personas respecto a la contaminación atmosférica o al calentamiento global, se trata de mejorar nuestra calidad de vida, redescubrir nuestros espacios urbanos y disfrutar la ciudad.

(*) Planificadora Profesional Licenciada, Coordinadora del Programa para Ciclistas y Peatones, Oficina de Planificación Estratégica, Autoridad de Carreteras y Transportación

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