La sustentabilidad energética de Puerto Rico
UN EJEMPLO MUNDIAL
Por: Dr. Jorge E. González
Puerto Rico es un país moderno con un elevado consumo energético comparable al de los países más industrializados. El consumo por persona estimado en Puerto Rico es de 6,000 kilovatios-hora (kWh), considerado como el quinto más elevado en las Américas. Esta alta demanda resulta en una producción pico de unos 3,700 MW, en su gran mayoría generada vía combustibles fósiles (petróleo, carbón, y gas natural), la cual se proyecta aumentará en 50% en los próximos 20 años. La combinación de la alta demanda y el suplido con combustibles importados resulta en uno de los costos de electricidad más elevados en el mundo (unos $0.20/kWh, comparado con $0.12/kWh en EU). El impacto ambiental de este alto consumo es equivalente a unas 9 toneladas por persona por año de dióxido de carbono, el mayor causante del calentamiento global.
Puerto Rico, al igual que toda la zona del Caribe, tiene un enorme potencial de reducir esta alta demanda de energía y esta dependencia de combustibles fósiles mediante la eficiencia energética y el uso masivo de recursos sustentables. Los recursos de energía sustentables incluyen la energía solar, la del viento, la de las olas y la hidráulica. La capacidad de los recursos hidrológico-eléctricos es muy limitada en la Isla y no se dispone aún de tecnología para la conversión de energía de las olas. Sin embargo, los recursos solares y de viento son amplios, debido, principalmente, a la localización geográfica de la Isla en una zona sub-tropical y en el paso de los vientos alisios.
La zona Este de la Isla presenta un gran potencial de producción de energía eólica. El mayor factor limitante en Puerto Rico y en otras Islas Caribeñas ha sido la disponibilidad de terrenos para parques eólicos. Se anticipa que nuevas tecnologías que permitan la instalación de molinos de viento en las aguas costeras sean la solución a este problema.
La energía solar se presenta con grandes posibilidades para la Isla. Puerto Rico recibe energía suficiente para producir más de 100 veces la demanda presente con tecnologías disponibles. A estas tecnologías se les conoce como paneles fotovoltaicos (PV) y termales. Los paneles PV convierten energía del sol, directamente, en energía solar, mientras que los termales calientan agua para múltiples usos. Se estima que si un 50% de los techos de los hogares en Puerto Rico utilizasen paneles solares, la demanda de electricidad se reduciría en más de 30%.
El reto mayor en la masificación de la energía solar es el costo de la tecnología y las barreras para la penetración del mercado de estos productos. Sin embargo, a partir del 2008, el gobierno de la Isla ha tomado medidas muy agresivas para motivar el uso de tecnologías solares, al facilitar la interconexión con la red de distribución eléctrica y proveer reducciones de impuestos que se consideran de los más generosos en el mundo (50% del costo al año 2010). Al presente, la combinación de altos costos de electricidad, la cantidad de disponibilidad de energía solar durante el año y los incentivos del gobierno hacen a Puerto Rico uno de los lugares ideales para el uso de la energía solar. Esto se refleja en un aumento significativo en instalaciones solares en la Isla y en la creación de nuevos negocios y empleos de este tipo en los pasados dos años. Si estos esfuerzos continúan, la Isla puede ser ejemplo mundial de una economía verde y sustentable. Confiemos en que esta predicción se cumpla.